Por una infancia libre de etiquetas impuestas por adultos

Todo padre con hijos en casa en alguna etapa de su vida ha escuchado la frase “los niños son como esponjas”, eso no solo aplica para palabras que oyen y repiten, también para conductas que emulan y para etiquetas de adultos que interiorizan y las vuelven suyas.

Los niños tienen derecho de ser y explorar todo lo posible sin ser restringidos por las etiquetas que los padres quieran imponerles. Esto incluye las etiquetas heteronormativas y sociales construidas alrededor de los roles de género establecidos por la sociedad actual. De esto también deriva el imponer etiquetas transexuales a niños pequeños.

¿Cuáles son las etiquetas que los padres imponen a los hijos?

Las etiquetas que los padres pueden imponer a los hijos van desde las muy simples hasta las complejas y casi todos los padres caen en por lo menos alguna. Es completamente normal tratar de proyectar tus propias frustraciones o impulsos en tus hijos. Para que sean como tú o completamente lo opuesto, para darles todo aquello que tú deseaste y no recibiste.

Las etiquetas impuestas van desde el “qué bonita eres” o “eres muy tonto” o “es muy inteligente” hasta cosas mucho complejas como “miren mi peque de 6 años y ya es fan de StarWars y se sabe de memoria todos los diálogos” hasta cosas más delicadas como “tienes que actuar como hombrecito, los niños no lloran” o “aprende desde ya a barrer y trapear porque algún día serás esposa y llevarás una casa”. Ahora hay etiquetas más modernas que responden a la cultura actual de la generación Millennial y posteriores: ser vegano o ser transexual.

¿Qué es el sexo asignado al nacer?

En esta cultura actual se ha definido que el sexo asignado al nacer es el que se pone en el acta de nacimiento de los niños y está basado en el órgano sexual/reproductor que presentan al nacer (vulva o pene). Este sexo asignado sirve a los gobiernos para datos estadísticos y principalmente a los padres para “saber” cómo tratar a sus hijos.

Desde ahí vamos mal. La sociedad actual trata de forma distinta a los hombres y a las mujeres y exige actitudes muy diferentes y acciones según el sexo asignado al nacer. Los varones son deportistas, intrépidos y violentos. Mientras que las niñas son agraciadas, tranquilas, maternales.

¿Cuál es el problema de imponer etiquetas a los niños?

Al criar a los hijos (o formarlos, si eres tutor, maestro, familiar, etc) se tiene que cuidar mucho qué se les dice, los primeros años de su vida la palabra del padre/tutor es ley. Si a tu hijo todo el tiempo le repites que es tonto crecerá creyendo fervientemente que su inteligencia es menor al promedio. Estas etiquetas aplican para todo, bueno y malo, al momento de criar a nuestros hijos.

La “sobre-corrección” con la comunidad LGBT+

Hoy, en 2021, era “moderna y avanzada” siguen existiendo países en el que ser e identificarte como miembro de la comunidad LGBT+ es exponerte a juicios, cárcel e incluso pena de muerte. Las diferentes comunidades LGBT+ han sufrido millones de aberraciones a lo largo de la “historia moderna”.

Hay gobiernos más avanzados que buscan incluir a la comunidad LGBT+ e integrarlos a la sociedad como siempre debieron haber hecho. El simple hecho de nacer en un país te debe de otorgar tener el 100% de los derechos que cualquier otro ciudadano de tu país tiene, sin importar el color de tu piel, raza, tu preferencia sexual, etc.

La historia de represión y aberraciones cometidas legalmente contra los grupos LBGT+ ha provocado que gobiernos de algunos países no solo corrijan el rumbo, sino que “sobre-corrijan”. Al grado de volver ilegal llamar a alguien por un pronombre equivocado o, como en Reino Unido, eliminar conceptos como “madre” o “leche materna” o “área de maternidad”.

Incluso dentro de las mismas sociedades en las luchas feministas en algunos grupos ya está mal visto que las mujeres se llamen “mujeres” a sí mismas y no “cis mujeres”, que no quieran compartir el término “mujer” para la lucha feminista o que quieran mantenerla separada de otras causas (como las causas Trans).

Una “sobre-corrección” es cuando tratando de enmendar un error (o varios) corriges el rumbo pero lo llevas al extremo opuesto. Por ejemplo: de encarcelar y dar pena de muerte a hombres gay de ahí brincar a eliminar el término “madre” o “leche materna” para no ofender a un grupo de personas.

¿Qué es ser transexual o transgénero?

Antes de hablar de infancias trans demos un pequeño repaso, ¿qué es ser transexual o transgénero?

“Transgénero es un término global que define a personas cuya identidad de género, expresión de género o conducta no se ajusta a aquella generalmente asociada con el sexo que se les asignó al nacer. La identidad de género hace referencia a la experiencia personal de ser hombre, mujer o de ser diferente que tiene una persona; la expresión de género se refiere al modo en que una persona comunica su identidad de género a otras a través de conductas, su manera de vestir, peinados, voz o características corporales.”

Hay otra definición que son las personas no binarias, básicamente una persona no binaria es una persona que no se identifica o percibe a sí mismo totalmente masculino o femenino.

¿A qué edad se define por completo una persona?

Antes de la adolescencia un niño no tiene capacidad de definirse a sí mismo. Su definición es enteramente la que los padres/tutores (o similares) le imponen (consciente o inconscientemente). En la adolescencia el niño empieza a dudar de lo que le han dicho hasta ese momento y le da mayor peso a lo que sus pares dicen sobre él o ella. Pero es hasta la edad ADULTA que una persona termina de formar su propia identidad.

¿Puede entonces haber una infancia trans?

Tomando que para ser transgénero o transexual debe haber identidad completa de aceptación o rechazo del sexo biológico (o asignado al nacer) y para lograrlo debes ser adulto, veo muy difícil que haya como tal una infancia trans.

Los niños, antes de su “despertar” sexual o desarrollo hormonal, son niños. Es todo. Son no-binarios. Lo único que hacen es crecer con los conceptos que los padres o la sociedad les impone como: el rosa es para niñas, el azul es para niños, las muñecas son para niñas, los cochecitos son para niñas, las niñas deben usar faldas y vestidos, los niños deben traer siempre short o pantalón.

De manera natural un niño de 6 o 7 años no va a decir que es “transgénero” dado que ese concepto solo pudo haberlo conocido a través de sus padres. Imponerle a una niña que gusta usar short y cabello corto el concepto de transgénero es tan absurdo como a una niña tratar de imponerle vestidos, colores rosas brillantes y coletas toda su infancia.
Los niños deben ser niños. Disfrutar su infancia sin etiquetas. Explorar con libertad sin definiciones adultas.

El cerebro de un humano termina su desarrollo hasta más allá de los 18 años. El lóbulo frontal regula la conciencia, pensar antes de actuar, la autoreflexión y se desarrolla hasta los 25 años. Una persona antes de esa edad es muy difícil que pueda definirse a sí misma.

¿Qué podemos hacer entonces como padres o sociedad en general?

Soltar esa necesidad de etiquetar y clasificar todo. Dejar que los niños tengan infancias libres de etiquetas. Sin imponerles conceptos absurdos basados en ideologías arcaicas o modernas. Considerar a los niños como no-binarios y dejar que ellos mismos durante su adolescencia y post-adolescencia sean quienes se definan. Apoyarles sin imponer.

¿Se te hace absurdo que obliguen a un recién nacido a ser bautizado y un niño de 9 años hacer la primera comunión y después la confirmación? Es lo mismo que hacerlo un abanderado de la comunidad Trans metiéndole en la cabeza que es transgénero porque le gusta jugar a las muñecas y pintarse las uñas en vez de jugar al fútbol.

Todos fuimos adolescentes, todos conocemos a una persona que un año fue “dark”, vestía de negro, se pintaba las uñas de negro y delineadores gruesos y escuchaba música depresiva y al año siguiente se enamoró de las ideas medievales y hasta competía en torneos. O cualquier cosa parecida. Dejemos a los niños explorarse a sí mismos. Ser lo que quieran ser sin ayuda de los adultos que los orillen a tomar conceptos que biológicamente todavía no tienen desarrollo cerebral suficiente para entender.

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